"¿Cual es el secreto del artista? Servidor diría que la clave de su arte tiene que ver con su capacidad infinita de mirar, de mirar tan intensamente las cosas que , finalmente, aparecen envueltas de una aura metafísica - y a menudo desprenden unos ecos dramáticos que se manifiestan como una voz en off. Ha pintado cepas que nos hablan de la tragedia del desarraigo cruzando de principio a fin toda una vida. Frutos en descomposición que aluden al paso del tiempo (sin las altisonancias que pretenden ocultar los tópicos propios del gremio); y muy cerca de los racimos de mesa o de vino aparecen las raspas, con su misma nobleza que su propio pasado de sabores y aromas. Andreu Maimó: la lucidez de su mirada poetiza todas las cosas. Delante de la tela, en cerámica, en escultura, en obra gráfica - realmente digna de ser contemplada i coleccionada-, el mundo del artista se va desarrollando en una tensa quietud, en una atmósfera donde todas las cosas se dejan inundar por su luz y baten serenamente".

Guillem Frontera