Eulàlia Bergadà crea su propia compañía en 2015, usando su propio nombre, para llevar a cabo diferentes trabajos. No se trata de una compañía cerrada, sino que sus intérpretes y colaboradores son escogidos en función de las necesidades del proyecto.

Un elemento muy importante que caracteriza sus obras de danza es la creación conjunta de la música en directo, por lo que desde hace tres años ha creado un tándem con Aloma Ruiz, violinista.

Eulàlia se inicia en el mundo de la coreografía a raíz de su formación como bailarina e intérprete, Como coreógrafa y gracias a la plataforma creada quiere continuar desarrollando su lenguaje escénico, en el que una de las constantes es la idea de que el intérprete es un canal expresivo entre el coreógrafo y el espectador, circunstancia que requiere implicación creativa y capacidad de transformación a nivel autónomo. El cuerpo se libera a las imágenes del cerebro, mientras que la mente y el imaginario van acotando sus reglas para transformar las infinitas mecánicas corporales y llegar a coreografiar formas nuevas, específicas para cada obra. Por ello, en paralelo a su trabajo como bailarina, siempre ha ido experimentando su universo personal a través del cuerpo y de la danza, peró no será hasta que estudie la carrera superior de Coreografía en el Institut del Teatre de Barcelona que presentará piezas de gran formato.